Soy Rongsheng Hu muchos me conocéis como Eddie y algunos como Rong.

Mi camino hacia el mundo de las terapias naturales y el crecimiento personal fue sucediendo a lo largo de mi vida. Empezó a raíz de un accidente de moto que tuve. No me acuerdo exactamente de la fecha pero la matrícula de mi moto era M7536YD. Hasta entonces mi vida era muy normal y común a la de muchos emigrantes. Llegué a Europa en el año 81, a la edad de 9 años, en concreto a Holanda donde pasé dos años y pico. Después emigré a Francia, allí viví casi cinco años y a finales del 86 vine a España donde continué mis estudios en el Liceo Francés. Por circunstancias familiares no pude hacer una carrera universitaria. Me dediqué al negocio familiar, la hostelería y más adelante me aventuré en el mundo de la importación de artículos de bazar y decoración. 

El accidente de moto fue grave con fractura y luxación de cadera y fisuras en dos vértebras lumbares que no se apreciaron en su momento. Estuve tres meses y medio hospitalizado en cama y pasé un largo periodo de rehabilitación. No me recuperé bien con las técnicas de rehabilitación oficiales. Entonces comenzó mi búsqueda para recuperar mi salud y fortaleza física ya que era bastante deportista, practicaba ciclismo de montaña y algo de artes marciales. Empecé a buscar alternativas a las soluciones que me ofrecían desde la Medicina Occidental y decidí irme a China para recibir tratamiento, un mes al año durante dos años. A la vez que me trataban yo pedía a mis terapeutas y doctores que me explicaran lo que me hacían para así comprender cómo funcionaban las terapias que me aplicaban. También les pedía que me enseñaran para poder autotratarme ya que mi vida estaba en España y solamente pasaba en China no más de un mes por responsabilidades familiares y de trabajo. Entonces empecé a investigar y a aprender por mi propia cuenta. Así fue como topé con diferentes terapias muy útiles para mi recuperación. 

Circunstancias de la vida fracasé en mi mayor proyecto empresarial de importación donde lo perdí casi todo. Estando harto de la hostelería y de la importación y hundido física, mental y emocionalmente emprendí una aventura personal para recuperar a la mejor versión de mí mismo y dedicarme a lo que realmente me llenaba y me ayudaba a crecer como persona, las Terapias Naturales. Comencé a estudiar diferentes cursos, uno de los más importantes fue con Joaquín Grau el creador de la Técnica Psicoterapéutica Regresiva Consciente Anatheóresis. Ahí comprendí en profundidad el funcionamiento del ser humano, es decir, su mente y sus emociones. 

Lo que ofrezco ahora en Zenedhu Wellness son todas las herramientas, es decir, terapias, filosofía y enfoques que a mí me sirvieron para recuperar un cuerpo fuerte, una mente clara y unas emociones armoniosas. Mis inspiraciones son el Budismo Chan de origen chino conocido en Occidente como Budismo Zen japonés y la sabiduría milenaria de los Taoístas.
Ahora me estoy dando cuenta que todas las tradiciones antiguas enseñaban lo mismo en los cinco continentes, cada una con sus matices y términos de sus culturas. Empiezo otra etapa con una compañera de viaje en la vida, Elena Rodríguez. Entre los dos estamos creando nuestro método El Tao de la Vida Práctica para vivir el día a día desde el gozo, la gratitud, la generosidad y la alegría. 

Hola, soy Elena Rodríguez. Desde pequeña he sentido el impulso de comunicar, de hablar, de contar historias en voz alta y de explicar la lección a alumnos imaginarios mientras caminaba por mi casa. Ahora desde que soy madre siento el impulso de aprender a escuchar y ver: a nuestros dos hijos, a mi compañero, a mi madre, a mis hermanos, a los amigos, al otro. Me he dado cuenta de que para poder escuchar y ver al otro primero tengo que poder y querer verme y escucharme a mí misma. Para eso es fundamental el compromiso, la humildad, la aceptación y la confianza. Saber que estamos en un camino de aprendizaje constante y de paciencia infinita. 
Ahora este camino está en los bosques de La Vera. Es el camino por el que andamos día a día mi familia y yo. A veces me muevo hacia delante, a veces hacia atrás. A veces me paro para respirar y descansar porque es un camino intenso de integración. A veces me rindo durante unos instantes y así, sin saberlo, puedo coger nuevo aliento y continuar avanzando. Esto es lo que hacemos cada día, caminar y caminar. Y desde aquí acompañados por los bosques y la fuerza de las gargantas quiero invitarte a hacer esta ruta juntos. ¿Te vienes?